Formosa: allanaron la casa del médico que denunció “encierro abusivo”
Fue por la supuesta falta de una toalla y un control remoto en el centro de alojamiento donde había estado aislado. Dijo que no le mostraron la orden judicial y aseguró: “Esto fue una represalia política”.
La Policía de Formosa allanó este domingo la casa del médico Héctor López Cano, quien realizó una huelga de hambre para denunciar las malas condiciones en las que se vive en los centros de alojamiento preventivo implementados por la provincia. La orden judicial con la que los efectivos ingresaron al domicilio del hombre era por una toalla y un control remoto que habrían desaparecido del hotel donde cumplió la etapa anterior de su aislamiento obligatorio. “Esto fue una represalia política”, aseguró en diálogo con TN.
López Cano trabaja en el Hospital Central de la ciudad de Formosa en las áreas de urgencias y de terapia intensiva. Realizó varios días de huelga de hambre por la “arbitrariedad” y “exceso de cuarentena e hisopados” a los que tuvo que someterse. “Al entrar a la provincia después de haber ido a ver a mi familia a Corrientes, me testearon tres veces. Todos arrojaron resultado negativo”, explicó. Sin embargo, dijo que para las autoridades eso “no fue suficiente”, ya que le indicaron que debía realizarse dos pruebas diagnósticas más.
Pese a que ningún hisopado dio positivo, los médicos lo obligaron a aislarse. Aseguró que lo trasladaron a un hotel en la que “no veía la luz” ni lo dejaban “salir al pasillo” y donde “tenía un Policía de custodia permanente”. “Decidí iniciar una huelga de hambre porque eso no era preventivo: yo no tenía coronavirus”, aseveró.
Debido a las quejas, lo cambiaron de hotel. En el nuevo centro de alojamiento las condiciones eran mejores, según afirmó López Cano, aunque allí “empezó un hostigamiento policíaco”. “Era una tortura psicológica”, expresó el hombre, que empezó a escribir un diario de las cosas que vivió el tiempo que permaneció aislado.
El jueves por la tarde, tras un mes aislado y cinco hisopados que confirmaron que no tenía coronavirus, los médicos le dijeron que podía volver a su casa. “Hoy a las siete de la mañana, con una lluvia torrencial, tres móviles con 20 oficiales vinieron a mi domicilio y me comunicaron que había una orden de allanamiento para buscar una toalla que faltaba del hotel”, explicó.
“Les pedí la orden judicial y me la leyeron. Pregunté si tenían una copia y me dijeron que me la darían en el juzgado”, precisó. Agregó que no le permitieron llamar a su abogado ni “tocar el teléfono”. Dijo que tampoco dejaron que le sacara una foto a la toalla que, finalmente, los efectivos se llevaron secuestrada de su casa. López Cano quedó imputado por hurto.
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